Desde Ganasalud SL seguimos con las labores de investigación y en este caso nos hemos planteado la siguiente pregunta: “¿Hay relación entre la calidad de movimiento de nuestros clientes con su dolor percibido?”. Para responder a esta pregunta realizamos un estudio con 18 clientes de forma voluntaria y elaboramos una batería de ejercicios que tenían que realizar los cuales eran grabados y, posteriormente, nuestro equipo técnico se encargó de analizar esos vídeos y puntuar la calidad del movimiento siguiendo los criterios generales de calidad. También, al cliente le dimos un cuestionario (Cuestionario Breve del Dolor) para que nos indique su valoración del dolor, sus zonas de dolor habitual y más destacadas. Una vez analizados y puntuados los vídeos y los cuestionarios, comenzamos a relacionar los datos para encontrar la respuesta a la pregunta…

¿EXISTE UNA RELACIÓN ENTRE EL DOLOR EN LA ZONA LUMBAR Y ZONA CERVICAL/HOMBRO
CON LA CALIDAD DE MOVIMIENTO?

No sean impacientes, antes de pasar con los resultados vamos a dar un poco de contexto teórico sobre el dolor musculo-esquelético y la calidad del movimiento… En la actualidad, el dolor musculoesquelético crónico ha emergido a nivel global afectando a millones de personas. Según la International Association for the Study of Pain (IASP), el dolor se define como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a un daño tisular real o potencial” (International Association for the Study of Pain [IASP], 2020). De esta forma, los sujetos con dolor crónico refieren limitaciones en su vida diaria y en las actividades sociales, siendo los lugares de dolor más comunes la espalda, cuello, la cadera, rodillas y pies (Driscoll et al., 2021; Yong et al., 2022; Kazeminasab et al; 2022). El dolor lumbar es el problema musculo-esquelético más frecuente en todo el mundo (Hoy et al., 2012) y la principal causa de absentismo laboral (Lee et al., 2015), generando una gran carga a nivel económico y sanitario (Buchbinder et al., 2018). Por otra parte, el dolor en el cuello se encuentra altamente extendido en nuestra sociedad moderna (Kazeminasab et al; 2022). Se ha encontrado una alta asociación entre el dolor percibido en el cuello con el hombro y el trapecio, sobre todo en trabajadores de oficina y en distintas poblaciones (Brandt et al., 2014; Averitt et al., 2019; Pirnes et al., 2020; Xu et al., 2022).

La calidad del movimiento es “una medida de la excelencia general de la realización de un movimiento específico en términos de un juicio de un observador experto” ( Niewiadomski et al., 2019) . Los hábitos de movimiento de una persona pueden estar influenciados por diversos factores, entre los que se encuentran factores externos como la cultura, el trabajo y la vida social y factores internos como los síntomas y el dolor músculo-esquelético esquelético (Hodges & Tucker, 2011; Zeni et al., 2015). El movimiento y el análisis del mismo se ha utilizado como un aspecto importante en los procesos de rehabilitación (Olsen et al., 2020). Muchos test y creencias relacionan la calidad de movimiento con el riesgo de lesión pero, sin embargo, existen artículos que ponen en cuestión esta asociación (McCunn et al., 2016). En cualquier caso, existe un interés creciente en la evaluación de la calidad de movimiento mediante métodos de detección en entornos prácticos y de investigación (Bennett et al., 2019). Dicha evaluación puede tener la capacidad de proporcionar información valiosa a entrenadores y profesionales del ejercicio en la aplicación de distintas estrategias prácticas.

 

¿Qué hemos observado en el estudio?

  • Una vez conocido el contexto y lo que nos dice la evidencia científica, pasamos a redactar los resultados más destacados que hemos obtenido con nuestro estudio: A nivel general, no existe una correlación significativa entre el dolor percibido y la calidad de movimiento de los clientes siendo la correlación baja, algo que explicaremos más adelante.
  • En cuanto a los clientes que tienen dolor lumbar hemos observado que tienen una peor calidad de movimiento en los movimientos de disociación lumbo-pélvica (cuadrupedia y sentado). Correlación débil/moderada, pero sin diferencias significativas.
  • En cuanto a clientes que tienen dolor en cuello/hombro hemos visto correlaciones más interesantes: peor calidad en la disociación lumbo-pélvica (correlación fuerte y moderada); peor calidad de movimiento en la sentadilla (correlación moderada/fuerte); peor calidad en el movimiento “overhead” (correlación moderada); peor equilibrio (correlación moderada).

Por tanto, NO PODEMOS DECIR QUE LA CALIDAD DE TUS MOVIMIENTOS SEA LA CAUSA DEL DOLOR PERCIBIDO.

Existen diversos aspectos por los que creemos que no han salido resultados en donde se barajaba la hipótesis de que a mayor dolor percibido peor calidad de movimiento. Uno de los aspectos más importantes es el tamaño de la muestra al ser un tamaño muy pequeño. Otros aspectos a tener en cuenta es que tanto la medición por medio de la observación de los vídeos al igual que la valoración del dolor, son puramente subjetivos por lo que puede haber cierta distorsión en la percepción de los examinadores como lo es también la percepción del dolor de los clientes. Para finalizar, tanto el dolor como la propia calidad del movimiento están influenciados por múltiples factores, por ejemplo, el dolor ya se considera como algo “biopsicosocial” y la calidad de movimiento depende de aspectos como la morfología, anatomía, aprendizaje motor, lesiones previas, etc. Consideramos que realizar un estudio similar con una muestra mayor puede dar más información sobre estos aspectos.

Desde Ganasalud, confiamos en que la ciencia puede dar respuestas a problemas y situaciones que nos encontramos en el día a día. Por ello, trabajar desde el conocimiento científico unido al trabajo de campo nos ayudará a planificar y programar entrenamientos de mayor calidad.